En 2014, a la víctima le concedieron varias órdenes de protección frente a su agresor, las cuales fueron infringidas en muchas ocasiones por el mismo. Finalmente, en 2019 fue condenado a 15 meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena y otro de amenazas. Tras varios recursos, todos ellos desestimados, el Juzgado de lo Penal de Sevilla, el 11 de septiembre de 2023, ordenó su ingreso inmediato en prisión. Sin embargo, un mes antes, el agresor acudió al Registro Civil y se registró como mujer.
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