Las temperaturas récord de este verano en toda Europa están secando los ríos del continente. El Rin, pilar de las economías alemana, holandesa y suiza desde hace siglos, va a quedar prácticamente intransitable en un punto clave de su cauce a finales de esta semana, lo que impedirá el paso de grandes flujos de gasóleo y carbón. El Danubio también está sufriendo los estragos de la sequía, obstaculizando el comercio de grano y otros productos.
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