Unas notas arrojadas por la ventana pidiendo auxilio y un teléfono móvil olvidado por sus captores -sus padres, sus hermanos y su propio marido- se convirtieron, el pasado jueves, en el pasaporte a la libertad de la joven pakistaní secuestrada por su familia en su casa de Logroño. Había sido engañada para casarse en Pakistán y para volver a Logroño tras huir de su familia.
|
etiquetas: secuestro , logroño , pakistani , abusos