"Estaba en su sitio junto a mí. Cayó a mis pies. Mi hijo fue abatido por un hombre que cometió una imprudencia, que se salió de su puesto y cruzó la línea de tiro por donde no debía". José Antonio Ávalo, padre de Aitor, el niño de 4 años muerto de un disparo en la cabeza el pasado sábado por la mañana en una cacería de jabalíes en la finca La Lapa, en Guillena (Sevilla), aclara en una conversación con EL ESPAÑOL algunas circunstancias esenciales del accidente mortal que le costó la vida a su hijo.
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