La harina de pluma, subproducto de la industria avícola, son una fuente de proteína al rumen, especialmente recomendables para vacas lecheras. Las harinas de pescado, provienen de pescados o recortes, secos y molidos, con un máximo de 10% de humedad y no más del 7% de sal (cloruro de sodio). En tanto las harinas de mariscos cáscara, cuerpo y cabeza de langostino) se caracterizan por los altos niveles proteicos y moderada digestibilidad. Ambas se oxidan (enrancian) fácilmente y es imprescindible colocar antioxidante.
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