La bacteria Porphyromonas gingivalis, el patógeno clave en la periodontitis crónica, se halló en el cerebro de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Las proteasas tóxicas de la bacteria llamada gingipains también se identificaron en el cerebro de los pacientes con Alzheimer, y los niveles se correlacionaron con la patología tau y ubiquitina. Sus inhibidores bloquearon la producción de Aβ1–42, un componente de las placas amiloides, reduciendo la neuroinflamación y rescatando neuronas en el hipocampo. Rel.:
menea.me/16i35