Trabajo en un complejo industrial muy grande, donde si en mitad de la mañana te entra un poquito de “gusa”, casi nadie tiene la posibilidad de ir al bar o tienda más cercanos, a comprar algo para matar el gusanillo. Sin embargo en las instalaciones de la empresa podemos encontrar máquinas expendedoras donde podemos comprar multitud de productos industriales, una amplia selección para engañar al hambre mientras abren el comedor. Aunque lo que muchísima gente echa en falta es una máquina expendedora de fruta fresca.
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