En uno de mis barrios favoritos de Barcelona, donde he vivido tantas cosas, donde he compartido tanto, donde habitan la gran mayoría de las personas a las que amo, hay una guerra abierta desde hace años. Una guerra que responde a un patrón muy simple de gentrificación. Algunas áreas de Barcelona son paradigma de la gentrificación. Lo que hizo el señor Clos con el barrio de la Rivera se toma como ejemplo perfecto de gentrificación exitosa. Desde hace años ese proceso también se da en el Raval, pero con menos éxito. La razón? Las putas.
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