Traduzco un extracto: Hace 25 años, los jóvenes de EE.UU. tenían oportunidades. En 1984, los trabajadores de 65 años o más ganaban 10 veces lo que los menores de 35. El año que Obama entró en el gobierno, los más mayores ganaban 47 veces más que los jóvenes. Esta sangría de la riqueza nacional no es un fallo contable, ni un rebote anómalo de las recientes crisis hipotecaria y de paro, sino más bien la consecuencia previsible de 30 años de política social que ha sido amañada para servir al confort de los mayores a expensas de los jóvenes.
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