La primera vez que el Ayuntamiento de Madrid hizo crac por su deuda fue en 2005, por la remodelación de la M-30. Entonces, Gallardón intentó que Europa tragara con una fórmula de financiación público-privada que liberaba a las arcas públicas de apuntarse los costes de la faraónica obra. Bruselas no tragó, y ahora el Gobierno está intentando poner en marcha fórmulas similares para construir el AVE y las carreteras. Habrá que tener cuidado.
|
etiquetas: gobierno , financiación , obras públicas , ave , gallardón , fomento