"Yo no me bañaría en un sitio con las aguas de ese color, es de sentido común", sostiene el taxónomo y experto del Banco Español de Algas (BEA) Emilio Soler, quien explica que estas cianobacterias producen amonio como desecho, que es irritante y cuyo contacto con las mucosas puede producir dermatitis pasajeras y que en caso de ingerir agua no ocurre "nada, lo único es que sabe mal, huele como pescado podrido".
|
etiquetas: microalgas , canarias , turismo , salud