El gobernador de Tokio, Yoichi Masuzoe, presentó su dimisión a raíz del escándalo de uso inapropiado de fondos públicos. El político había resistido la presión creciente contra él de la opinión pública y de todos los partidos por las acusaciones de haber hecho gastos desorbitados con fines personales como vacaciones familiares, compra de libros u obras de arte. Además, gastó 1,66 millones de euros en 9 viajes al extranjero desde 2014, y entre ellos se incluyen billetes en primera clase,suites en hoteles de lujo o cuantiosas facturas telefónicas
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