La Generalitat ha decidido retirar los históricos frescos que decoraban este salón y pintar las paredes de blanco, una decisión que ha costado 2.3 millones de euros y que tiene como objetivo, según el Govern, desvincularse de la historia de España y del Reino de Aragón. Estos eran una serie de representaciones artísticas de episodios históricos significativos que vinculaban la historia de Cataluña con la de España. Más fotos e información:
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