Kathleen Taylor, una neuróloga de la Universidad de Oxford, dice que los desarrollos recientes sugieren que pronto seremos capaces de tratar el fundamentalismo religioso y otras formas de creencias ideológicas potencialmente dañinas para la sociedad como un tipo de enfermedad mental. Hizo esta aseveración durante una charla en el Hay Literary Festival en Wales el miércoles. Dijo que las ideas radicalizantes podrían ser vistas pronto no como una elección personal o libre albedrío sino como una categoría de desorden mental.
|
etiquetas: fundamentalismo , neurociencia , psicologia