La justicia francesa ha reconocido a Marine Richard una minusvalía y el derecho a una pensión de 800 euros mensuales por su sensibilidad a los campos eléctricos. Marine vive en las montañas alejada del mundanal ruido. "Sufro terribles dolores de cabeza, problemas cardíacos, de concentración y memoria" indicó la afectada. Tras el dictamen de los médicos el juez falló que Marine es incapaz de trabajar.
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