Los testaferros del Rey Juan Carlos investigados ahora por la Fiscalía de Ginebra son unos viejos conocidos de la Justicia española. La Procuraduría de Ginebra está convencida de que Álvaro de Orleans suplantaba la identidad del padre de Felipe VI para blanqueo de dinero y que podría conducirlo a su encausamiento por varios delitos económicos. Existían abundantes indicios de que varias generaciones de los Borbones escondieron fortunas millonarias en Suiza. El propio don Juan, padre de Juan Carlos I, legó a sus hijos bienes y fondos por valor de
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