La noche del 27 de octubre de 2017, Milko se atrevió a decirle que no la quería, que su relación se había acabado y que se iría de casa en unos días en cuanto encontrase otro sitio donde vivir. Cuando se lo comunicó activo la grabadora del móvil. Según sus amigos lo hizo porque temía la reacción de ella, pero sobretodo para tener pruebas por si luego a ella, encelada, se le ocurría denunciarlo falsamente. Lo que no sabía es que iba a grabar su muerte. Esta es la conversación que culmina con el asesinato:
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