Un listado de titulados inscritos en el Ministerio de Educación es suficiente garantía de profesionalidad. Los colegios sobran. No se trata de que haya un caos, sino de que el control sobre el ejercicio de las profesiones debe ser público y estar en manos de funcionarios imparciales. El seguro obligatorio lo controla la Administración (como el seguro del coche) y el control deontológico lo ejercen en última instancia los Jueces, que son imparciales y no tienen que decidir sobre personas contra las que compiten directamente en el mercado.
|
etiquetas: colegios profesionales , corrupcion 
