Volviendo al deporte de base, Mejuto González se preguntó: «¿Cómo es posible que se agreda a un árbitro de fútbol base? Me cae el alma a los pies cuando entrenadores y padres gritan desde la grada: "Písale la cabeza". Si sólo es un niño», añadió. Sobre la frase coreada en los campos de «esto es un atraco», Mejuto, señaló que «el árbitro no es ningún ladrón que va a robar un banco». «Siento vergüenza ajena cuando un técnico de fútbol base manda a un niño dar una patada a un rival para evitar un gol»
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