En esta entrada voy a entrar con más profundidad en el caso español si bien solo aclarar un momento que España no es un sistema bipartidista, sino más bien un “bipartidismo imperfecto”. No olvidemos que lo anormal fue el nivel de concentración electoral en el PP y PSOE de 2008 (más del 84% de los votos), de modo que es natural regresar a la media. Veremos si al final hay la fragmentación que señalan los sondeos o si es un espejismo momentáneo causado por el voto en blanco, indecisión o la abstención.
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