Chris Truby empezó a ver pornografía a los diez años cuando buscó en internet la palabra «melones». Aquella búsqueda inocente derivó en otras, y en menos de una hora Chris estaba viendo un vídeo de título «La reina de las corridas en las tetas». Quizá hubiera considerado que el vídeo era una rareza si no fuera porque el contador de reproducciones pasaba de los tres millones. Ahora, con quince años, a Chris le cuesta mantener una erección si no tiene delante imágenes de sexo extremo.
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