El sábado pasado falleció Christian Casteigts, de 49 años, que fue víctima de un atentado atribuido a los GAL cuando contaba 22 años. El 5 de febrero de 1985, una bomba colocada bajo su vehículo explotó, le amputaron ambas piernas y quedó parapléjico. Fue el decimoséptimo atentado atribuido a los Grupos Antiterroristas de Liberación y, dado que no se le conocía relación con el movimiento abertzale ni militancia declarada, se dedujo que podría haberse tratado de una "equivocación".
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