Es un debate que ya tiene quien le escriba; dirimir si el texto concebido para ser cantado sobre una composición musical, alcance la calidad que alcance, es verdadera literatura. Concretamente, esta discusión bizantina vivió su cenit después de que la Academia Sueca premiase las letras de un tipo de Minnesota, un señor mayor que también es famoso por asimilar material ajeno (ya sean palabras o melodías). Bueno, ni que decir tiene que Dylan merece cualquier galardón que reciba.
|
etiquetas: literatura , música , robe