San Francisco está colocando a personas sin hogar en hoteles de lujo designándolos como trabajadores de primera línea en casos de emergencia, un término que la comunidad en general entiende como médicos, enfermeras y profesionales similares. Si los residentes fueran más conscientes de la afluencia de estos nuevos huéspedes, que a menudo sufren de drogadicción y enfermedades mentales graves, así como de antecedentes penales, podrían oponerse. En consecuencia, la ciudad ha evocado la ley de emergencia para mantener la información oculta.
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