La evolución puede ser persistente. Y producir los mismos resultados en ocasiones separadas por miles de años. Eso es lo que ocurrió en el caso extraordinario de un ave no voladora del Océano Índico que evolucionó dos veces, de un mismo ancestro. El ave, llamada rálido de Aldabra (Dryolimnas cuvieri aldabranus) se extinguió hace 136.000 años, pero volvió a emerger más de 30 mil años después por un fenómeno llamado "evolución iterativa", según un nuevo estudio.
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