Para ello los investigadores de la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda prepararon varios modelos y realizaron tres experimentos cuyos resultados sugieren que el almacenamiento y procesamiento encaja mejor con un modelo discreto (específico en el tiempo) propio de las señales digitales (con ciertos valores concretos). Así por ejemplo en vez de una función continua de 0 a 15 con valores como 6,24 o 12,75 que varían poco a poco se guardarían sólo valores como 0, 1, 2, 5, 10, 12, etcétera.
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