En marzo de 2010, poco después de celebrar con su familia que había conseguido la beca y había sido admitida en la universidad, el coche de Inés González hizo 'aquaplaning' en una carretera rumbo a Valencia. La joven se rompió la séptima cervical y estuvo dos meses en coma y se quedó parapléjica. Tras el accidente, no quiso renunciar a su beca y a su máster en Gallaudet (Estados Unidos), por lo que la universidad y la Fulbright le dijeron que la esperarían. Este año, por fin, ha podido cumplir su sueño.
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