Con frecuencia políticos y analistas en Estados Unidos y Europa presentan a China como un ejemplo de las virtudes del mercado sobre la economía planificada. Según estos adalides, fue el "giro capitalista" que dio el gigante asiático con el entonces mandatario Deng Xiao Ping en la década de los 80 el que lo convirtió en la segunda potencia mundial 30 años más tarde. Pero en la Organización Mundial del Comercio (OMC), Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se oponen abiertamente a concederle a China el estatus de "economía de mercado".
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