Esta semana nuestros políticos han recibido el informe PISA con la habitual mezcla de lamentos vacíos, excusas vacías y promesas vacías. Los responsables del desaguisado (que deberían ser colgados por los pulgares y puestos a secar como los salchichones que son) se dan golpes en el pecho y prometen redoblar esfuerzos, lo cual, vista la experiencia de estos años, no supondrá más que redoblar los laberintos administrativos luciferinos, las iniciativas pedagógicas de una estupidez infrahumana y la putrefacción general del sistema
|
etiquetas: educación , pisa