España y China se lanzaron una serie de recriminaciones mutuas durante una reunión esta semana en la que el Gobierno de Pedro Sánchez se quejó de las "desproporcionadas" sanciones de Pekín contra varios políticos y académicos europeos, mientras que el embajador chino, Wu Haitao, lamentó la "brutal interferencia" de la Unión Europea en los asuntos internos de su país. La tensión diplomática comenzó el lunes, cuando la Unión Europea aprobó las primeras sanciones en 30 años contra ciudadanos chinos, que afectan a cuatro personas y una entidad.
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