El nacionalismo, entendido como el conjunto de ideas y sentimientos que conforman el marco conceptual de una identidad nacional, tiende a afirmarse por contraposición. Y en ese conflicto, las convicciones apuntan a la certeza de merecer algo que el otro nos escamotea, o sea, Espanya ens roba; y por tanto a terminar denigrando al otro, con valores degradados, lo que pronto genera una superioridad moral que abona el supremacismo. Sobre ese principio sartreano de que “el infierno son los otros”, hay un proceso de deshumanización muy peligroso.
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