La californiana Modupe Adunni Martin, de 29 años, le salió el tiro por la culata al verse sorprendida por sus ansias de exhibicionismo, cuando lo que se requiere en estos casos es discreción absoluta: un juez le acaba de condenar a nueve meses de cárcel por la realización de actos físicos mientras afirmaba estar impedida para trabajar, después de ser observada en un parque público mientras le hacía, precisamente, “un trabajito” a su novio; concretamente una felación (o mamada).
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