En 1923 el científico estuvo una semana en Barcelona invitado por la Mancomunidad, que quería promocinar la ciencia y su obra de gobierno. Nadie lo recibió en la estación de Francia y hubo confusión sobre el hotel donde se tenía que alojar. Casi nadie entendió su conferencia: se dirigió a los asistentes como si fueran físicos o matemáticos y en una mezcla de francés y alemán. Recomendó al dirigente de la CNT que hiciera leer Spinoza a sus sindicalistas. Se aficionó a las sardanas.
|
etiquetas: mancomunidad , hotel , einstein , cataluña , spinoza , cnt , francés , alemán