Los efectos de la explosión de Nord Stream 1 y 2 fueron celebrados por Biden, Blinken y Nuland de manera pública, aunque los medios estadounidenses y europeos nunca sospecharon (o no quisieron sospechar) de estos como decisores políticos del sabotaje a los gasoductos. El reportaje de Seymour Hersh sirve para confirmar lo que ya se ha propuesto como hipótesis en esta y otras tribunas: la relación estable entre Alemania y Rusia era beneficiosa para ambos económicamente.
|
etiquetas: eeuu , ns2 , nord stream , rusia , ucrania , geopolítica