El problema de los naturalizados, asimilados o nacionalizados, conceptos muy parecidos pero no sinónimos, le ha costado a la selección española de rugby XV quedarse fuera de dos Mundiales. Tras ser descalificados para Japón 2019 por dos jugadores de origen francés, ha vuelto a pasar para la cita de Francia 2023, en este caso por el sudafricano Gavin Van den Berg. La responsabilidad recae directamente en la gestión de Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española de Rugby, y de sus directivos, que lo han permitido (cuando no auspiciado).
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