Madre e hija, sedientas y con algo de hambre, pidieron un mojito cada una y un plato de patas de cangrejo que disfrutaron tranquilamente, hasta que llegó el momento de pedir la cuenta y ver asombradas que el gasto de su consumición ascendía a 560 dólares (524 euros al cambio). A esta desorbitada cantidad, el local sumaba una propina obligatoria de otros 86 dólares (80 euros). En total, un monto a pagar de 646 dólares (604 euros).
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