James Harris Jackson, un exmilitar de 28 años, odiaba a los negros y quería demostrarlo con un asesinato. El viernes de la semana pasada, se subió a un autobús en Baltimore para hacer un viaje de 300 kilómetros hasta Nueva York. ¿Por qué tan lejos? A los policías que le interrogaron les dijo que esa ciudad es "la capital del mundo para los medios de comunicación". "Quería que fuera como una gran declaración pública", explicó William Aubry, jefe de detectives de la Policía de Nueva York en Manhattan.
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