Como demuestra
este nuevo video de la startup israelí Ree, el vehículo eléctrico del mañana es básicamente un patinete gigante. Con pequeños motores colocados dentro de las ruedas, el automóvil puede asumir cualquier forma imaginable; cualquier tipo de asiento o disposición de almacenamiento se puede construir sobre esta base plana, chasis planos dando vueltas por una pista sin ninguna otra filigrana adjunta, una base estándar para que los fabricantes monten encima.