(Está en gallego pero se entiende bien). Un grupo de chavales roba una bandeja de croissants y se salvan de ir a la cárcel, eso si, pagando por los bollos un precio ligeramente superior. Lo más curioso de todo este incidente, es que entre abogados de oficio y gastos judiciales, le costará a las arcas públicas 2400 euros. Si persiguieran a los que de verdad roban en este país...
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