Los hechos se remontan a la madrugada del sábado, cuando en un control rutinario de alcoholemia en Olot, los agentes de la Policía Municipal detuvieron el vehículo que conducía un hombre para hacerle una prueba de alcoholemia. Al negarse a realizarla, los agentes le confiscaron la moto y la trasladaron al depósito municipal. Horas después, el afectado fue hasta las dependencias municipales para recuperarlas y, al no encontrarse nadie en la puerta y esta abierta decidió cogerla él mismo, sin abonar la sanción de la retirada. Traducción en
#1