El auge del ladrillo les abrió la puerta de la construcción. Dejaron a un lado la porra para subirse al andamio. Había trabajo. Y lo más importante, mucho dinero en juego. Pero ahora, la crisis económica les ha devuelto a su sector de origen. La vigilancia de seguridad ha crecido un 20% en volumen de negocio en los últimos cinco años. Muchos de los que ahora acuden a este sector tenían el título de vigilante antes de que estallara la burbuja inmobiliaria. La misma que años atrás les prometió una carrera profesional y buenos sueldos les ha dejad
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