En la cuarta emisión de pagarés de Nueva Rumasa –la que más altos intereses prometía– picaron el anzuelo cinco congregaciones religiosas, que invirtieron 774.000 euros. Un sacerdote madrileño, el padre Ángel, se gastó en pagarés los 252.000 euros que había reunido en la última década, gracias a los donativos de sus feligreses y de rifas y representaciones teatrales benéficas organizadas con un solo objetivo: recaudar dinero para levantar una iglesia en condiciones.
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