Tres generales del Ejército del Aire recibieron la autorización del Gobierno para incorporarse a las empresas de armas y aviación Indra, Grupo Oesía y Global Training. Esas compañías percibieron 695 millones en adjudicaciones de Defensa cuando desempeñaron puestos de alta responsabilidad. Indra y Defensa, un negocio opaco de 750 M. Aunque la ley establece que los altos cargos "no podrán prestar servicios" en empresas "afectadas por decisiones en las que hayan participado", la Oficina permitió que se incorporaran a contratistas habituales.
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