Se ha descubierto que el Botox, uno de los venenos más fuertes que se conocen, que se inyecta bajo la piel para disminuir las arrugas, puede penetrar (migrar) dentro del sistema nervioso y quizás alcanzar el cerebro. Sobredosis de botox pueden tener consecuencias perniciosas a largo plazo. Así lo han descubierto científicos italianos al estudiar el uso del botox para tratar la epilepsia. Las dosis usadas en cosmética (desde hace 25 años) "parece" que no son peligrosas... pero yo me lo pensaría antes de ponerme Botox cerca de los ojos, ¿y tú?
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