Se manifiesta un deje habitual de la ideología de Musk a propósito de la cueva de Tailandia: la tecnología como herramienta redentora del ser humano, la técnica (personificada en sus exitosísimas, brillantes empresas) como clave de bóveda para todo dilema que afronte la humanidad. La respuesta de Musk se alinea a la perfección con las ideas de un hombre que juzga a las innovadores empresas tecnológicas del mañana como las garantes del progreso civilizatorio: grandilocuentes y brillantes, pero también a menudo desenfocadas.
|
etiquetas: musk , tailandia , cueva