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Cuerpos y Destinos

Hace veintiséis años, no existía en Costa Rica una ley que penalizara el acoso callejero. Al acoso callejero se le llamaba “piropo” y era algo por lo que yo debía sentirme agradecida. Hoy hay una ley que penaliza el acoso verbal y físico pero el piropo sigue existiendo. Existe como si tal cosa. Como si fuera incuestionable. Una no lo pide. La provocación, que está inscrita en el acto mismo de ser mujer, no deja lugar a dudas en el ámbito de la práctica de dominación.

| etiquetas: derechos humanos , sexualidad , violencia contra las mujeres

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