Los participantes que pudieron completar más de 40 flexiones se asociaron con una reducción significativa en el riesgo de incidentes de enfermedad cardiovascular en comparación con aquellos que completaron menos de 10 flexiones. Los hallazgos sugieren que una mayor capacidad de realizar flexiones se asocia con una menor incidencia de eventos de ECV. Aunque se necesitan estudios más amplios en cohortes más diversas, la capacidad de hacer flexiones puede ser una medida simple y sin costo para estimar el estado funcional.
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