Supongo que era inevitable. Pero esperaba que no pasara. Mi hijo de 9 años ya es profundamente consciente de que la mayor parte de la sociedad piensa que es inapropiado que un niño lleve las estereotípicas "cosas de chica". Aunque en cuarto de primaria tomó una decisión valiente y lleva al colegio una mochila acorde con su personalidad -una explosión de arcoíris, purpurina, gatitos, corazones y cupcakes-, sus compañeros le excluyen.rácticamente de la noche a la mañana, ha aprendido la amarga realidad sobre los estereotipos de género.
|
etiquetas: igualdad , respeto , tolerancia , discriminacion , educacion