Al clásico robo de toallas se unen otras trampas. Duermen más personas en la habitación de las que figuran en la reserva. Desayunan sin pagar algunos clientes que no pagaron el servicio. Rellenan las botellas del minibar con agua u orina. También hay fraudes al pagar con tarjeta. Y por supuesto, roban mandos y bombillas. Las toallas siguen siendo un clásico entre los objetos que algunos clientes roban de los hoteles, pero la picaresca también evoluciona. Ahora la "estrella" es la amenaza de escribir un comentario negativo en las redes...
|
etiquetas: crece , picaresca , hoteles