Un informe destaca que la inversión para combatir la malaria se ha multiplicado, pasando de los 121 millones de dólares destinados en 1993 a los 612 millones de dólares de 2009. El mayor incremento se ha producido desde 2004, a pesar de la crisis económica. Hoy hay más de 48 fármacos para la malaria en investigación, una prometedora vacuna (la RTS-S, en la que participa el español Pedro Alonso) en la última fase de desarrollo, un número sin precedentes de nuevos compuestos insecticidas y una nueva generación de test de diagnóstico rápido.
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